Recientemente, nuestro equipo de Anthology asistió y se presentó en el encuentro “Tendencias mundiales en educación a distancia” en Arabia Saudita organizado por el Ministerio de Educación y la Universidad Electrónica Saudita. Debido a que interactuamos con líderes de políticas educativas de todo el mundo, un tema evidente surgió en cada conversación:  la educación está tomando un giro fundamental en la actualidad.

De acuerdo a la revista Harvard Business Review, “la evolución en el ecosistema de la educación superior se logra a través del equilibrio puntuado: períodos extensos de cambios relativamente lentos se intercalan con momentos ocasionales de rápida adaptación”. Esta cita ilustra con exactitud lo que observamos hoy y lo que escuchamos de manera reiterada en el encuentro, en especial porque la pandemia impulsó uno de los períodos de evolución más rápidos en la historia de la industria. La transformación digital ha estado en vanguardia por casi dos años y muchos líderes y educadores se preguntan hacia donde seguimos.

Para comprender mejor el futuro de la educación mundial creo que es importante analizar en retrospectiva dónde nos encontrábamos. La historia de la EdTech nos ha llevado a las puertas de una nueva era donde los datos juegan un papel más importante que nunca y donde Anthology está liderando el camino hacia este nuevo capítulo a través de nuestra misión que consiste en proveer a la comunidad educativa mundial de experiencias dinámicas fundamentadas en datos.

La historia de la EdTech  

Consideramos que la historia de la EdTech se organiza en cuatro fases:

• Readaptación: la primera era de la EdTech abarcó varias décadas: desde el comienzo de la era informática hasta finales de los años ochenta. Este período se caracterizó por la tecnología creada para ser utilizada fuera de la experiencia educativa y readaptada para usarse después en el ámbito educativo. Consideremos la visión de un retroproyector, grabadoras de audio e incluso las primeras computadoras desarrolladas para uso empresarial, hogareño o militar, aunque fueron usadas ampliamente en las escuelas. Educadores innovadores, precursores del uso de estas herramientas generaron un entendimiento compartido del poder de la EdTech marcando el inicio de la siguiente fase.
• Emergencia: hacia finales de los años ochenta comenzamos a notar un incremento marcado en las tecnologías desarrolladas para la educación dentro y fuera de las aulas dando inicio a la fase de la emergencia. La “EdTech” se convirtió verdaderamente en una industria a comienzos de los años noventa. El ritmo de la invención se aceleró con el uso de internet que permitió abrir una puerta para adoptar ampliamente las soluciones brindadas por la EdTech. Estas soluciones son consideradas como elementos esenciales para muchas instituciones en la actualidad que incluyen el Sistema de Gestión de Aprendizaje (LMS, según sus siglas en inglés) y el Sistema de Información Estudiantil (SIS, según sus siglas en inglés).
• Proliferación:  alrededor del 2010, la popularización de los dispositivos personales generó un rápido período de innovación iniciando la fase de proliferación caracterizada por herramientas de uso individual a velocidades vertiginosas. Las posibilidades de la EdTech parecían no tener límites durante este período ya que la experiencia del estudiante mejoraba y se transformaba con el uso de la tecnología. Sin embargo, las tecnologías desarrolladas en esta fase no lograron escalar. Las herramientas eran dispares y generaban historias de datos entramados imposibles de utilizar para tomar decisiones. Los administradores ingresaban a numerosas aplicaciones en busca de información y los estudiantes debían tener varios registros y cuentas para acceder a la educación.

Creo que todos sabemos qué pasó después: la pandemia desencadenó la adopción de la EdTech como nunca antes con un giro hacia la enseñanza remota. También catalizó otra explosión del desarrollo de un nuevo producto para satisfacer las necesidades del momento. De pronto, las fuentes de datos dispares presentaban más puntos de datos a medida que cada tramo del camino era transitado por los estudiantes de manera virtual.

Como resultado directo vimos un aumento en el número de instituciones activamente comprometidas con la transformación digital en más de un 30 por ciento en solo 2 años, según una encuesta de Educause. Esto nos lleva al lugar donde estamos hoy y para muchos de nosotros el camino a la transformación ha estado lleno de desafíos. A pesar de que debemos aprender ciertas lecciones del pasado, la pregunta más importante que debemos hacernos ahora es: ¿qué sigue?

La misión y visión de Anthology

Los desafíos actuales demandan un enfoque holístico y eso es exactamente lo que viene: la fase holística. Esta es la razón por la que creamos Anthology: ser el socio que las instituciones necesitan para guiarlas a través de este momento de transición hacia el futuro.

Ahora, como una compañía combinada con Blackboard, ofrecemos uno de los ecosistemas EdTech más grandes del mundo en una posición inigualable para asistir a las instituciones y a los estudiantes. Estamos derribando silos de datos y permitiendo a los estudiantes alcanzar el éxito a una escala completamente nueva, considerando a cada estudiante y a su institución holísticamente. Un estudiante no existe dentro de un único sistema, pero si obtenemos información del SIS, del LMS, del sistema de gestión de atención al cliente (CRM, según sus siglas en inglés), del sistema de planificación de recursos de la empresa (ERP, según sus siglas en inglés), de las clases virtuales y de otras tecnologías, es posible obtener una imagen completa de quienes son, cómo persiguen sus metas, y más importante, cómo respaldarlos. De igual manera, su institución es igual de compleja y requiere una EdTech que pueda ayudarlo a alcanzar sus objetivos únicos.

Como una compañía unificada, cumplimos con nuestra misión de proveer a la comunidad educativa mundial de experiencias dinámicas fundamentadas en datos a través de lo que denominamos “experiencias inteligentes”. Por medio de la síntesis de datos del escenario de la EdTech podemos crear interacciones más relevantes y ganar conocimientos extraordinarios acerca de los estudiantes para ayudarlos a obtener mejores resultados. Por ejemplo: un consejero puede sugerir una actividad extracurricular a un estudiante que tiene dificultades para conectarse al campus si los sistemas de la EdTech son lo suficientemente inteligentes para correr el riesgo y poder acceder a un repositorio de contenidos extracurriculares adecuados. También, un asistente responsable del proceso de matriculación puede saber exactamente cuándo comunicarse con un estudiante porque una experiencia inteligente puede identificar la necesidad de comunicación y el mejor medio y momento para la llamada. Estas situaciones eran poco probables en la trayectoria inicial de la EdTech, pero es el futuro y estamos extraordinariamente preparados para hacerlo realidad a través de Anthology.   

Todo este trabajo está al servicio de nuestra visión acerca de un mundo de aprendizaje infinito, inspirador y sin barreras: un mundo en el que la EdTech cumpla un rol fundamental en su creación, suministrando las herramientas que la comunidad educativa necesita para alcanzar y respaldar a cada estudiante holísticamente. Mientras continuamos persiguiendo esta visión mi expectativa es que nuestros clientes e instituciones alrededor del mundo comiencen a observar cómo nuestra misión comienza a hacerse realidad por medio de nuestros productos, servicios y cada punto de contacto que tenemos con el ecosistema de aprendizaje. Espero ansioso poder compartir más en los meses próximos mientras “las experiencias inteligentes” toman forma y se convierten en una realidad tangible a través Anthology.